Por ser demasiado mujer, la Maciel es travesti.
Ha retorcido el mundo para ajustarlo,
como elástico de bombacha, a la cintura de su deseo.

Tiene hijas porque no hace falta ser su madre
mientras ella desee serlo.

Así las cosas, sólo la torpeza de dos hombres,
podrá profanar su altar grasa y barroco.
¿Cuán alto deben arder las llamas del infierno
para aclanzar el cielo?


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