Vacacion - es?

ATENCIÓN: El tema que vamos a tratar concluye de forma deprimente. No recomiendo que personas con problemas cardiacos, embarazadas, o simplemente sensibles (para no decir maricónes) lo lean. Es fuerte.Aclarado esto, comencemos...

¿Se podría afirmar que uno vive esperando las vacaciones?

Si. Todo lo que hacemos lo hacemos pensando que es "el ultimo esfuerzo" antes de las vacaciones (el premio, el goce, el ocio). Si esto no los convence, piensen en como esperamos con ansias el fin de semana: todos estamos felices cuando pasa el terrible miércoles, al jueves ni lo contamos porque ya es clasificado como el pre del fin de semana y el viernes, bueno, "fridays i'm in love". (Me ahorro todo lo que tengo para decir del lunes y del martes porque mi mamá siempre me dijo "si no tenés nada bueno que decir, entonces no digas nada. // También me dice "callate Lucía que no te aguanto, deja de hablar!" pero creo que eso no viene al caso).

¿Cuales son las consecuencias que se desprenden de esta constante espera?

Siempre pasa que ante determinadas situaciones (época de parciales, trauma psicológico, mudanza, caos en la oficina, etc.) la gente se deja estar, es decir, no se depila, no se corta el pelo ni las uñas, no se baña, no sale, no come, no respira, no duerme, etc. (No voy a gastar mis dedos tipeando una descripción de este estado deprimente porque creo que todos saben de lo que estoy hablando).Entonces todas esas cosas que deberíamos hacer y que no hacemos porque nos enfrentamos a una crisis ¿para cuando las dejamos? Para las vacaciones! y acá es donde aparece la contradicción.

¿Por que?

Cuando llegan las adoradas vacaciones no hay tiempo para disfrutarlas porque están como pendientes todas las cosas que no hiciste cuando estabas "ocupado", es decir, las vacaciones tan esperadas no existen porque tenés que ir a ver a la abuela, a la tía, a la sobrina; tenés que depilarte, cortarte el pelo, (por favor) bañarte; tenés que arreglar y ordenar todas las cosas que le prometiste a tu mamá para "después del parcial"; etc. etc. etc.

Lógicamente si querés:

(P1) En época de caos no se puede hacer nada que exceda el resolver el caos.

(P2) Las cosas que tengo que hacer pero que exceden al caos las dejo para las vacaciones

(P3) Ya estoy de vacaciones

(C) Tengo cosas para hacer en vacaciones--> CONTRADICCIÓN!

¿Cual es la diferencia entre las vacaciones de invierno y las de verano?

La diferencia entre las vacaciones de invierno y de verano es temporal ( y climático, más allá de si te gusta más el verano que el invierno o al revés, el clima introduce una diferencia en el estado anímico) lo cual hace que las vacaciones de verano sean más útiles, por no decir existentes, que las de invierno, porque ¿cuanto podes haber dejado pendiente?(esta conjetura esta desarrollada sin tomar en cuenta casos particulares como mudanzas, personas muy conflictivas, poco practicas o muy vagas)

En el caso de las vacaciones de invierno se juega algo especial en cuanto a que, si es que estás trabajando, son semivacaciones, porque dejas de ir a la facultad pero no dejas de trabajar y además están los finales, para lo cual trabajando pero no estudiando te queda, con suerte, una semana. Entonces las vacaciones de invierno consisten en cumplir con tu horario de trabajo, hacer todo lo que dejaste pendiente y encima, si al igual que yo la mayoría de tus amigos no trabajan, tenés que salir (todos sabemos que los amigos no perdonan ni aguantan el “no, hoy no salgo” por mas de dos fines de semana, imaginate en vacaciones!). Por ende, se sigue sosteniendo la contradicción.

Si profundizamos un poco en las vacaciones de verano, nos encontramos con que en el caso de que estés trabajando y estudiando en diciembre, cuando supuestamente empiezan las vacaciones, seguís trabajando y tenés que rendir finales, por ende te encontras en la misma situación que en las vacaciones de invierno. Llega enero que lo cubrís con todo lo que no pudiste hacer mientras rendías, y claro esta, seguís trabajando o te vas una quincena a algún lado *. Cuando volves, ya tenés al amigo traicionero de febrero que disfrazado de vacaciones te hace volver al trabajo e internarte para preparar finales (cuantos finales!!). Por ultimo, marzo, que considero que es lo mejor, porque ya terminaste de rendir y tenés esas semanas antes de empezar la facultad en donde no hay realmente nada para hacer porque todo lo hiciste al principio de las vacaciones, entonces solo te queda cumplir con tu horario laboral que en definitiva no es tan terrible porque están todos tus compañeros y jefes felices a consecuencia del clima (les dije que tenia algo que ver) y porque en definitiva están en la misma situación que vos (aunque siempre esta el pesimista que comenta “que bajón que empezó el año che!”). A todo esto se suma que todos tus amigos volvieron de sus respectivas vacaciones con el mismo éxtasis de felicidad.

Hagamos un esquema que me encantan y son muy prácticos (te lo re vendí):

- Diciembre: Trabajo + finales (y agrego algo que ayuda mucho a que este mes este lejos de ser mi preferido: todo lo que tenga que ver con las fiestas, en especial los regalos navideños; no se me ocurre situación mas terrible Av. Cabildo un sábado en épocas navideñas... hay! Es la imagen viva del infierno!)

- Enero: Cosas que dejaste para después de los finales + trabajo + vacaciones ( esto ultimo es un supuesto porque en algún momento, dependiendo de cuan bien le caes a la encargada de recursos humanos de la oficina, te me vas a MDQ o Carlos Paz, así que lo pongo acá, pero puede ir en cualquier mes)

- Febrero: Trabajo + preparar finales.- Marzo: Trabajo + rendir finales + las ultimas 2 semanas antes de empezar la facu en las cuales sos feliz.

Conclusiones:

- No dejes para mañana lo que podes hacer hoy (?)

- Las vacaciones de invierno no existen- Diciembre sucks!

- Las ultimas dos semanas de Marzo son el momento más feliz del año, sepanloN!

- Hace buena letra con la de Recursos Humanos, ella tiene tu futuro vacacional en sus manos.

* no vamos a desarrollar este tema ahora, pero consideramos las verdaderas vacaciones como una obligación